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13 de Noviembre
Seguro has escuchado hablar de Morfeo, dios del sueño en la mitología griega. Él es el encargado de recorrer el mundo con sus alas para fabricar los sueños y llevarnos consigo al mundo onírico o de ensueños, pero parece que pasara de largo cuando nos encontramos menstruando o estamos en la fase premenstrual, dejándonos a las puertas de una noche de insomnio.
La menstruación y el sueño están directamente relacionados, en especial los días previos a que nos llegue el periodo. Si sientes que no duermes bien durante estos días, ¡tranqui! Esto es en realidad muy normal.
De hecho, investigadores de la Universidad Case Western Reserve de Ohio han demostrado que las mujeres jóvenes sanas tienen más probabilidad de experimentar trastornos del sueño en los días previos a su periodo menstrual. Si quieres aprender más al respecto quédate y conoce algunas causas y tips que seguro te serán súper útiles para poder disfrutar de una noche reparadora.
Durante la menstruación se da un aumento de estrógenos hasta la ovulación donde aumenta la progesterona. El estrógeno se ha relacionado con un aumento del sueño REM, que más adelante explicaremos, y la progesterona con la sensación de somnolencia.
Justo antes de la menstruación, hay un descenso de la proporción del sueño REM, que hace referencia al 25% de nuestro tiempo de descanso y suele ocurrir entre los 70 y 90 minutos después de dormir. Durante esta fase, nuestro cerebro y organismo se activan y Morfeo nos invita a soñar profundamente.
¿Sabías que durante el sueño también pasamos por ciclos? ¡Pues sí! Los ciclos del sueño se repiten, y podemos entrar en fase REM varias veces durante la noche. Durante esta fase, nuestro cerebro y organismo se activan y Morfeo nos invita a soñar. Es justo en este instante donde almacenamos recuerdos y guardamos el aprendizaje, lo que nos ayuda al día siguiente a despertarnos con más energía ¡Súper interesante!, ¿no te parece?
En los días previos a la menstruación, y a veces también durante los días menstruales es probable que estemos más inquietas, por lo tanto es normal que tengamos interrupciones entre sueño y sueño, que estemos más tiempo despiertas o que no almacenamos la información tan eficientemente.
Desde nuestra primera menstruación hasta el fin del periodo, vivimos cambios cíclicos en la actividad de los ovarios y también en el útero, toda esta actividad que ocurre dentro de nosotras afecta muchas facetas de la vida, el sueño es una de estas.
El ciclo menstrual se divide en dos fases, la folicular y la lútea, a continuación te las explicaremos:
La fase folicular: abarca la menstruación y el momento pre ovulatorio, comienza en nuestro primer día de sangrado y acaba el último día antes de la ovulación. Acá los niveles de estrógeno son un poco bajos, pero van aumentando en su carrera a la ovulación, mientras que la progesterona está más bajita y su camino es más lento y ¿Esto qué significa?
Pues bien, el estrógeno es un gran dormilón y está relacionado con el sueño más eficiente, es por esto que durante esta etapa sintamos y vivamos un sueño más reparador.
Algunas mujeres tienen un poco de dificultad para dormir bien en esta fase debido a la hinchazón, los dolores abdominales o cólicos. Después de los primeros días de sangrado es fácil conciliar el sueño.
La fase lútea: esta fase inicia justo en el momento de la ovulación y finaliza con el inicio de la menstruación.
A pesar de que la progesterona puede provocar la sensación de somnolencia, los estrógenos siguen altos durante la mayor parte de la fase lútea. El estrógeno, el preferido de Morfeo, alcanza su pico máximo antes de la ovulación y vuelve a ascender a mitad de la fase lútea. Por eso es que durante la fase ovulatoria los niveles de sueño se mantienen estables.
Con la llegada de la pre menstruación, empieza a reinar la progesterona, esto más los cambios hormonales nos pueden ocasionar alteraciones en la secreción de melatonina que es la que nos ayuda a regular el ciclo del sueño y de vigilia.
Si sientes que la menstruación y sueño son dos factores que a ti te afectan, te dejamos algunos tips que te servirán a la hora de tener un sueño reparador.
Ejercítate: mantener tu cuerpo activo durante el día te ayudará a estar cansada a la hora de irte a dormir. Identifica cuál es el mejor momento para hacer ejercicio y ponte ¡Manos a la obra!
Mantén un horario regular: tener una rutina de sueño juiciosa será un aliado fenomenal para que tu cuerpo sienta la necesidad de parar.
Ten una dieta sana y equilibrada: evita comidas con mucha azúcar, cafeína y alcohol antes de irte a la cama, la ingesta de este tipo de productos dificultan alcanzar un nivel de relajación óptimo para tener una noche reparadora.
Trata de reducir el estrés: una buena técnica para iniciar tu descanso súper relajada, es meditando al menos 5 minutos antes de dormirte, agradece por tu día y desconectarte de tu celular ¡Verás la mejoría!
Si la falta de un buen descanso en la noche debido a tu ciclo menstrual están afectando tu vida diaria, recuerda que siempre es mejor consultar a un profesional. Mantener una salud integral está en nuestras manos, no dudes en buscar ayuda si tu cuerpo te lo pide.
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