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3 de Abril
La llama, la chispa, la magia de hacer clic y experimentar la atracción. Tantas formas de nombrar un sentimiento tan único como el deseo, que remueve fibras, nos eriza la piel y hace que el dicho de las “mariposas en el estómago” cobre todo sentido. Pero, ¿Cómo saber qué es lo que estoy sintiendo? ¿Qué es deseo o atracción? ¿Hay alguna diferencia entre ambos términos? Sigue leyendo este artículo y explora más sobre la química sexual.
De seguro, alguna vez has sentido que conectas de una manera extraordinaria con una persona, sin importar si la conociste hace unos minutos, días, meses o años. Cuando aparece ese “no sé qué” que atrapa, los sentimientos sexuales, como el deseo, la atracción y el enamoramiento, suelen apoderarse del momento y, sin duda, empezarás a darte cuenta que ellos dominan la relación.
Ahora bien, ¿qué pasa cuando no paras de pensar en ese alguien?, ¿Cuando quieres tenerlo junto a ti cada segundo?, ¿Cuando el tiempo junto a él o ella parece no terminarse jamás?, ¿Será un sentimiento de deseo, atracción o enamoramiento?
A la pregunta qué es deseo sexual y de qué manera se suele exteriorizar, la respuesta cambia según cada persona que logre experimentarlo. ¡Sí! Es completamente normal que algunas veces sea más intenso y otras, que tengamos mayor control sobre él. El deseo suele venir acompañado de excitación y placer erótico, ambos impulsados por distintas fantasías que conseguirán acercarnos hacia otras personas y crear relaciones de fuego.
A diferencia del deseo sexual, la atracción tiene un nombre y un rostro. Esto quiere decir que el sentimiento puede despertarse hacia una o varias personas en concreto. Ten en cuenta que puede existir deseo sin atracción, pero muy pocas veces habrá atracción sin deseo sexual, pues ésta puede conllevar incluso a una relación romántica, estable y, como dirían por ahí, de tipo “oficial”.
Hay varios motivos por los cuales puede surgir atracción hacia otra persona y seguramente, no se te habrían pasado por la mente:
Cualidades físicas según los gustos. Por ejemplo, el color de sus ojos, su contextura, su cabello, etc. Aspectos a los que ninguna de Nosotras podríamos resistirnos.
Cualidades personales tales como su forma de ser o comportarse; inteligencia, amabilidad, empatía, nobleza, etc.
Cualidades hormonales. ¿Has escuchado hablar sobre las feromonas? ¡Sí! Los aromas también hacen de las suyas en el juego de la atracción. Te recomendamos nuestro artículo Feromonas femeninas: mitos y verdades.
El enamoramiento es un sentimiento vívido y que no podría ser mejor sin la atracción y el deseo que nos evoca una persona en particular. Es el brillo especial de una mirada, son las mariposas revolviéndose en el estómago, es la mente preguntándose por qué no dejas de pensar en ese alguien. Sin embargo, en la mayoría de los casos, se trata de una emoción correspondida, en la cual ambas partes se entregan y disfrutan el hecho de estar juntos.
Hay mujeres que en muchas ocasiones sienten pudor o cierta culpa cuando se despierta en ellas el deseo sexual ¡No te avergüences! Este sentimiento e impulso es natural y qué bien le haces a tu cuerpo de manera física y emocional al dejarlo salir y actuar con dignidad, respeto y libertad.
La sexualidad y el erotismo han dejado de ser un tabú para convertirse en una forma única de amarnos a Nosotras mismas e ir en búsqueda del relacionamiento con otras personas para encontrar mutua satisfacción. Como lo dijimos al principio de este artículo, cada persona suele sentir el deseo sexual de formas completamente diferentes, así que no existe un punto medio en el cual podamos definir “lo normal” cuando de placer sexual se trata. Los niveles de líbido varían constantemente en Nosotras y por esta razón, algunas veces también podremos sentir mayor o menor excitación.
Igualmente, la cotidianidad influye de manera significativa en nuestra energía sexual, por ende si últimamente ha habido más estrés o ansiedad en tus rutinas, es más probable que hagas caso omiso a tus pensamientos eróticos y sexuales.
A medida que el deseo sexual aumenta, podemos llegar a sentirnos más y más excitadas. Pero existe todo un universo de posibilidades alrededor del placer erótico y la liberación de un orgasmo, pues se necesitan de estímulos extra para llegar a este último nivel de satisfacción, el cual puede lograrse de manera individual, a través de la masturbación, o con tu pareja sexual.
La clave está en dejar volar tu imaginación y disfrutar cada instante, sin juicios morales o vergüenza alguna; aprender a explorar tus zonas erógenas e identificar todo lo que te gusta y no te gusta en el sexo… Porque para gustos, ¡Los tamaños, formas y olores!
Se trata de aquellas partes de nuestro cuerpo en las cuales podemos experimentar un alto grado de sensibilidad al ser estimuladas para el encuentro sexual. Por ejemplo, hay quienes no podemos resistirnos a un beso en el cuello o a unas caricias sobre nuestros pezones, en la espalda o incluso, detrás de las orejas. ¡Hay tantas zonas erógenas, como fantasías sexuales! Así que, anota esta nueva tarea en tu lista de aventuras eróticas y descubre cada una de ellas.
¿Qué te parece si nos dejas en los comentarios cuál es tu punto débil al momento de tener intimidad? ¡Hablemos entre Nosotras!
Si nunca habías escuchado hablar sobre este tema ¡Nosotras te sacamos de dudas! Pues, tanto hombres como mujeres, tenemos un ciclo de respuesta sexual diferente, el cual se define como el trayecto desde el juego previo inicial, hasta el periodo de recuperación después del orgasmo ¡Haz scroll y entérate de más!
Para comprender muchísimo mejor la gráfica anterior ¡Te contamos qué significa cada fase del ciclo de respuesta sexual!
Deseo: momento en el cual se despierta el interés en el sexo. hay emoción y no paras de pensar en ello.
Excitación: preparación antes del coito. Hay cambios físicos como enrojecimiento de la piel, palpitación rápida y respiración fuerte.
Meseta: grado máximo de excitación.
Orgasmo: fase en la cual se libera, de forma placentera, la tensión sexual acumulada.
Resolución: sensación de satisfacción y relajación en el cuerpo.
Periodo refractario: fase de recuperación después de la relación sexual o excitación.
Ahora que sabes qué es deseo sexual, te contamos algunas curiosidades que te dejarán fascinada y no verás la hora de ponerlas a prueba.
¡El sexo es para toda la vida! El deseo, la atracción y la sexualidad no tienen por qué disminuir con el paso de los años. Incluso, algunos estudios aseguran que quienes tienen sexo en edades más adultas, son más felices.
En los días de ovulación muchas mujeres experimentamos mayor deseo sexual. Ésto se debe a un aumento en los niveles de la líbido y testosterona.
Se estima que el 1% de la población mundial es asexual, es decir, no siente atracción o deseo sexual hacia otras personas ¡Increíble pero cierto!
230 kilómetros por hora. ¡Sííí! Ésta es la velocidad máxima en la que viajan las sensaciones eróticas, desde la piel hasta el cerebro.
Las feromonas pueden llegar a despertar el deseo en el sexo opuesto. Actualmente, la industria apuesta por fragancias o lociones a base de feromonas sintetizadas para conseguir una respuesta erótica.
Por esto, siempre será mejor opción ¡Hablar, gritar y gemir! Vive a plenitud y disfruta cada etapa de tu sexualidad.
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