Volver a
14 de Marzo
Hoy queremos conversar contigo de un tema que sabemos que a todas nos causa curiosidad: la creatividad. ¿Es acaso algo innato en las personas? ¿Consiste en saber hacer manualidades? ¿Se puede construir?
Aquí vamos a responder todas las preguntas sobre cómo despertar la creatividad y te vamos a dar unos tips para que construyas tu propio espacio creativo.
Empezando por lo primero: hay tantas definiciones de creatividad como personas creativas en el mundo. Sin embargo, nosotras te vamos a compartir la que sentimos que mejor se adapta a la realidad actual: la creatividad es un hábito.
¿Cómo así? ¿La creatividad no era tener ideas increíbles y pintar cuadros hermosos? ¿O escribir libros? ¡¡Sí!! Eso también es la creatividad. Pero, ¿cómo crees que pintan grandes obras de arte los pintores más famosos del mundo? ¿Se despiertan un día con una idea perfecta y, sin nada de práctica, hacen una obra maestra?
Claro que no. Los pintores, para continuar con este ejemplo, van a clases de técnica, ensayan muchas cosas, mezclan colores, se levantan todos los días, pintan cada que tienen la oportunidad… convierten la pintura en su hábito.
La creatividad (la idea que estabas necesitando tener) solamente se puede encontrar cuando le dedicas tiempo y atención. Es que ya lo decía Pablo Picasso: “La inspiración existe, pero tiene que encontrarte trabajando”.
Entonces, la creatividad no es un don innato al que solo pueden acceder algunas personas elegidas… ¡todas podemos ser creativas!
Además, la creatividad no se limita al arte. Podemos encontrar diferentes maneras de ser creativa porque, precisamente, la creatividad es encontrar maneras mejores, diferentes e innovadoras de hacer las cosas.
Hay personas que son muy creativas en su trabajo y siempre encuentran nuevas maneras de inspirar a los demás. Hay otras que son socialmente creativas y saben cómo buscar la forma de hablar asertivamente y hacer nuevos amigos.
La creatividad, entonces, es un mood. Una manera de ver la vida.
¿Qué cosas estás haciendo que podrían ser mejores? ¿En dónde tienes oportunidades de mejora? Esos son los campos en los que podrías ser más creativa.
Te vamos a regalar estos 6 tips que vienen a continuación para que los pongas en práctica todos los días y te conviertas en una persona que sabe cómo despertar la creatividad:
Pon a tu ego en jaque: El ego es la parte de nosotros que siente que todo lo hacemos bien, que ya hemos mirado todas las opciones posibles y que está plenamente feliz en las zonas de confort que construimos para nosotras mismas. ¿Y eso importa? ¡Sí! Pues solo podemos ser creativas fuera de la zona de confort. Solo podemos tener ideas nuevas para problemas viejos cuando todas las partes de nuestro ser (incluido el ego) están incómodas. Entonces, ponlo en jaque. Rétate a ti misma. ¿Cómo? Sal de tu zona de confort. Habla con otras personas. Ponte incómoda. Haz favores que no harías normalmente. ¡Haz lo inesperado!
Cambia la pregunta: ¿Quieres solucionar un problema viejo con ideas nuevas? ¡Entonces plantea el problema como si fuera nuevo! Te damos un ejemplo: Tienes una compañera en el trabajo que, siempre que te habla, a ti te pone de mal humor y te molestan muchas cosas de su personalidad. Tú quieres dejar de sentirte así, pero ella no tiene intenciones de cambiar. Siempre has pensado que el problema está en ella y en la relación entre ustedes dos, pero… ¿qué tal si te preguntas sobre qué es lo que esta persona tiene para enseñarte? Cambia la pregunta de cómo solucionar el problema con ella a cómo aprender a mirar hacia adentro y entender por qué te molesta tanto.
Relaciónate con personas nuevas: Si siempre estás con las mismas personas, en los mismos lugares, hablando de las mismas cosas… a lo mejor nunca vayas a forzar a tu inspiración a aparecer. Si empiezas a relacionarte con personas que te inviten a lugares nuevos y que te hablen de temas de los que no sabes nada, podrás darle cabida a las ideas nuevas.
Haz lo inesperado: Es un hecho que todos los seres humanos necesitamos rutinas para sobrevivir. Son necesarias y nos dan la estabilidad que requerimos para poder ser funcionales, pero… ¿qué pasa si un día te despiertas y eliges hacer un cambio en la trama de tu vida? ¿Si eliges ver una película de un género que nunca te ha gustado? ¿Si vas al restaurante que nunca te ha interesado? ¿Si te peinas diferente y usas ropa prestada de tu pareja? … ¿Qué es lo peor que puede pasar? Que no lo disfrutes. ¿Y lo mejor? Que sea una experiencia increíble, que descubras cosas de ti que no conocías y que tengas nuevas ideas que, un día, puede que uses para otros ámbitos de tu vida.
Nunca rechaces el conocimiento: Todas las cosas que aprendas te van a servir en algún momento, incluso de las maneras más inesperadas. Puede ser que eso que aprendiste en una clase de la universidad a la que entraste porque te equivocaste de salón, termine siendo el tema de conversación en una entrevista de trabajo muchos años después. ¡El conocimiento no es de sobra!
Prueba con las técnicas clásicas de generación de ideas: Puedes encontrar muchísimas de estas técnicas en internet, pero aquí te regalamos tres con las que puedes empezar:
Piensa una palabra. Escríbela. Mira a tu alrededor y busca algo de un color específico. Escribe lo que encuentres. Anota tu animal favorito de la infancia. Y ahora escribe la emoción que más recuerdas del día anterior. ¡Construye una historia con esas lista de palabras! Para que sea más fácil, puedes ponerte un límite de tiempo de 3 minutos.
Sal a correr. Sin preparar nada, solamente párate de la silla en la que estás y mueve frenéticamente tu cuerpo durante al menos 5 minutos. Brinca, corre, salta y grita. ¡Te aseguramos que te vas a sentar con otra mentalidad!
Busca referentes. Si necesitas una idea sobre un tema específico, mira lo que otras personas han hecho en ese mismo campo. ¡No copies, inspírate!
Ahora que ya sabes que todas las personas somos creativas por naturaleza, estás lista para crear en tu casa un espacio que te ayude a potenciar todas esas ideas que están por nacer. ¡Aquí te enseñamos cómo!
Despeja el espacio: Puedes escoger toda una habitación para hacer tu propio espacio creativo, pero también puedes elegir un rincón de tu escritorio. En todo caso, despeja ese espacio para que sepas exactamente con qué cosas cuentas y puedas soñar sobre todo lo que quieras crear.
Busca luz natural: Procura que el sol le dé a ese espacio. ¡Nada que un baño de sol no ayude a crear! Intenta buscar una ventana, una puerta de vidrio, un patio o un tragaluz.
Encuentra el equilibrio de colores: Llena ese espacio de los colores que más te gusten y más te ayuden a encontrar la paz y la concentración. Si te encanta el rosado, como a nosotras, puedes usarlo para los detalles, pero no te recomendamos pintar las paredes de ese color porque se puede volver pesado para los ojos.
“Ni tanto que te distraiga, ni tan poco que te toque pararte”: Tienes que adecuar el espacio con todas las cosas que puedas necesitar para tu labor creativa. Si te gusta dibujar, pon tus marcadores y colores al alcance de tus manos, pero procura no acaparar todo el lugar con objetos que te pueden distraer.
Personalízalo: Este espacio creativo que estás creando es tuyo. ¡Decóralo como quieras! A algunas personas les encantan las plantas, mientras que otras se sienten más cómodas entre aparatos electrónicos. Elige llenar tu lugar con cosas que te hagan sentir identificada y en calma.
¡¡Ya estás lista!! Cuéntanos en los comentarios lo que más te gustó de este artículo y si ya estás lista para crear tu propio espacio creativo.
Déjanos tus comentarios