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Este es el relato de una niña que no sabía todo lo que le esperaba en la vida y que aún espera mucho más de su vida. Estos son mis miedos con tan solo doce años.

Con doce años tenía sobrepeso, tenía el pelo negro, era morena y tenía miedo. Al tener doce aprendí muchas cosas, me bajo la regla por primera vez y como siempre estaba aterrada por lo que pasaría, pero con ganas de un día cambiar.

Sí que tenía muchos miedos, por ejemplo al llegar al colegio tenía miedo del rechazo por mi peso, todos tenemos miedo del primer día de clases y más aún ese miedo de pasar de escuela a colegio, es totalmente diferente. Empiezas a ver a los chicos de otra manera, es muy raro, ni tú lo entiendes.

Así las cosas se ponen más difíciles, aprendes nuevos insultos, nuevas maneras de con una simple palabra poder dañar todo tu año. Año tras año tratamos de mejorar, pero a veces no puedes; te pones cremas, trucos de internet, haces dietas, pero eso no lo arregla nada cuando dentro de ti no deja de doler eso que sentías cuando te gritaban fea, gorda o ñoña.

¿Quién cura esas heridas que toda la vida irán contigo? ¿cómo perdonar a personas que sabían que te dolía esas palabras? ¿cómo hacerlo? Me llevó muchos años aprender que esas personas reflejaban algo que ellas no podían solucionar, yo solo era un espejo de lo que ellos no podían ser. Y aquí está mi mayor aprendizaje y es que me di cuenta que es mejor soltar y perdonar a esas personas por amor propio, que seguir llorando por cosas del pasado.

Hoy tengo 19 años y sigo aplicando esa lección;  fue la lección más grande que me enseñó el bullying y hoy en día sé que todo lo que me puede llegar a afectar es porque yo lo permito. Ustedes tienen el poder de aceptar el bullying o pararlo.

Les deseo mucha suerte y mucho amor. Si están pasando por eso recuerden que tú tienes el poder de cambiar tu destino.

Abrazos,

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