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12 de Octubre
Mi historia de cómo cambié el Bullying por Loving se basa en varios factores simultáneos: el primero de ellos es que, al entrar en la secundaria, empezaron a hacerme bullying por mis dientes, estatura y mi peso, que era poco.
Entonces ahí ese tema empezó a cobrar mayor importancia, porque nunca antes me habían molestado tanto con mi aspecto físico, y fue en ese momento en el que comenzaron mis inseguridades: usaba tacones siempre que podía, no sonreía, y lo más perturbador es que lo hacía inconscientemente, sin darme cuenta, como si inclusive lo hubiera naturalizado.
En simultáneo, supongo que para descargar mi ira propia, yo hacía bullying a una chica para llamar su atención, lo hacía con un grupo. Obviamente ella se sentía muy mal cuando lo hacíamos y le contó a los profesores en varias oportunidades, lo cual requirió de sanciones disciplinarias para mi grupo.
Básicamente mi cambio se basó en la culpabilidad posterior de haberle hecho tanto bullying a esta chica y también, en lo mal que me hicieron sentir a mí en un momento al haber recibido bullying.
Después entró un tema más personal, y es que me puse a pensar que la gente que me rodeaba y que yo amaba no estaba exenta de bullying, y que de hecho, lo más probable era que ya hubiesen recibido algún tipo de agresión física o verbal, solo por ser quienes eran, y ahí fue donde hice el clic definitivamente; porque no soportaba la idea de que alguien que yo amo pasara por lo mismo que yo sufrí.
Entonces me empezó a repugnar la idea de seguir haciendo bullying, por lo que dejé de hacerlo, casi sin darme cuenta, de la noche a la mañana. Supongo que también será un tema de madurez, ya que cuando empecé a recibir y hacer bullying fue en un nuevo mundo, un nuevo ámbito (la secundaria) y era todo tan nuevo y repentino para mí que no pude cómo procesarlo, pero cualquier persona puede redimirse, tarde o temprano de aceptar a las personas como son y amarse a sí misma.
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