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¡Hola Pipis! Hoy quiero hablarles sobre un tema que sé que muchas hemos experimentado: la etapa de "no somos nada, pero dormimos juntos". Sí, les hablo de ese momento inicial en las relaciones sexoafectivas cuando estás conociendo a alguien y te empezás a “enganchar”, pero sin compromisos ni etiquetas.

Puede sonar re divertido y lleno de adrenalina, pero esos vínculos sexoafectivos, en los que predomina el sexo sin compromiso, también a veces pueden angustiarnos debido a la incertidumbre. Sobre todo si se extiende en el tiempo y nosotras queremos algo más.

La realidad es que cada vez más personas están optando por explorar sus formas de vincularse, ¡y está muy bien! Pero saber qué quiere el otro puede resultar muy confuso si falta o falla la comunicación. 

Algunos ejemplos típicos de las relaciones sexofectivas actuales

Les dejo algunos ejemplos de esta etapa de "no somos nada, pero...":

  • Salidas interminables: en esta fase de las relaciones sexoafectivas, las salidas se vuelven muy frecuentes y esa persona de a poco empieza a ser parte de tu cotidianidad, ya sea de forma presencial o virtual.

  • Conexiones que desafían las etiquetas: a pesar de que no son “nada”, la química y la conexión son innegables. Las conversaciones fluyen de manera natural, compartes risas, secretos e incluso algún plan a largo plazo. No somos nada, pero... la conexión emocional y las ganas de compartir son reales. 

  • No somos nada, pero dormimos juntos: para mi esta señal es clave. Más allá de que puede haber alguna decisión relacionada a la logística, en todos los vínculos sexoafectivos, cuando dormís con alguien es porque algo pasa… ¿o no?

Te preguntás “¿qué significa esta etapa?”

Lo que muchas quizás nos preguntamos es: ¿qué significa realmente esta etapa? Algunos la ven como un paso previo a una relación formal, una especie de prueba para ver si están hechos el uno para el otro. Otros la viven como una forma de disfrutar el presente sin las presiones de las relaciones sexoafectivas con compromiso.

En última instancia, no hay una respuesta correcta o incorrecta, porque cada vínculo sexoafectivo es único. Lo que importa es que ambos estén en la misma página y se sientan cómodos con la situación.

Sea cual sea el resultado, ya sea que esta etapa evolucione hacia una relación formal o que se quede en un lindo recuerdo, lo esencial es que ambos se respeten y disfruten de cada momento juntos.

¡Si no hablás, perdés! La comunicación reduce la incertidumbre en todo vínculo sexoafectivo

Ahora bien, ¿qué pasa cuando empiezo a sentir ansiedad o angustia ante esta incertidumbre?

La comunicación es clave

A medida que navegan por esta etapa, la comunicación puede ser tu mejor amiga. En todas las relaciones sexoafectivas es fundamental hablar abierta y honestamente sobre las expectativas, deseos y límites.

Esto ayuda a evitar malentendidos y a mantener una conexión más sólida. No somos nada, pero... estamos en sintonía en lo que respecta a nuestras emociones.

Responsabilidad afectiva ante todo

A pesar de la falta de etiquetas, y del sexo sin compromiso ambos deberían comprender la importancia de cuidar los sentimientos del otro.

No se hacen promesas vacías ni se juega con los corazones. El respeto ante todo. No somos nada, pero... nos importa el bienestar del otro.

¡Disfrutá cada momento siendo honesta con vos misma!

En resumen, la etapa de "no somos nada, pero... dormimos juntos" puede ser una montaña rusa emocional, pero también puede ser una experiencia emocionante y enriquecedora.

En el caótico mundo de las relaciones sexoafectivas modernas, es importante recordar que no hay un camino único hacia el amor. Así que, amigas, disfruten de cada momento y sobre todo, sean sinceras.

Las abrazo con el alma.

Fiamma

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