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16 de Marzo
Todos tenemos días buenos y malos, pero a veces hay temporadas que sentimos que son más los días malos, que los días buenos. Por eso, hoy quiero transmitirte que está bien que esperes que el día siguiente sea mejor que el anterior, y esta técnica que utilizo te servirá para ello, te voy a dar un consejo que lo aplico diariamente.
Actualmente en las redes en una época tan tecnológica como la que vivimos, vemos mucho sobre los decretos, sobre el universo y como conspira para darte todo lo que pidas, los números Grabovoi o números mágicos, esos que colocas en la muñeca izquierda, puedo asegurarte que todo esto puede ser muy convincente; pero la raíz y lo que hace que todo esto sea efectivo eres tú.
¡Es cierto!, si tú decretas algo bueno estás confiando en tus capacidades por lo tanto estas dando un buen resultado, lo que termina en una buena acción, en una meta cumplida, una buena nota, un curso aprobado, etc. Pero la raíz de todo lo que produce la magia eres tú, si tú te levantas y decretas que el día será excelente para ti, así lo será, y puedes comprobarlo en este mismo instante.
Nosotros los seres humanos también somos seres de energía y todo lo que decimos o hacemos con fe y seguridad se hace y cumple. Pongamos un ejemplo: Yo durante un año completo sentí que todo estaba en mi contra, hasta llegué a pensar que era brujería lo que tenía, cosa que no era cierta ¡claro!
Un día vi esos videos repetitivos de los números mágicos y los decretos al universo y me puse a investigar, total yo quería que esa mala racha termine de una vez por todas. Y así investigando descubrí que a todas las personas a las que esta técnica les funcionó ponían toda su fe en que se cumpliría lo que pedían.
Así que me puse manos a la obra, primero me tomé el tiempo de desfogar todo lo que me hacía renegar y ver las cosas en mi contra, y luego comencé. Decreté que el día sería hermoso que saldría bien en mi examen y que estaba confiada porque había estudiado y no me pondría nerviosa en el examen y me funcionó; agradecí al universo, y me agradecí a mi misma por tener fe en mí y por decretar todo por que con mi fe y fuerza haría todo posible.
Por eso siempre recuerda que es un día malo, no una mala racha, si tú te propones algo, tú lo puedes cumplir, y si tú te pones la fuerza y fe no hay nadie que te detenga. ¡Confía en ti! ¡Decreta! ¡Ten fe en ti! y disfruta tus logros.
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