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Se conoce como amenorrea a la ausencia de la menstruación; y se la considera un síntoma, no una enfermedad. Lo que interesa de la amenorrea es su origen, la causa. 

La amenorrea se puede clasificar según distintos criterios: 

  • Cronológico: primaria o secundaria.

  • Hormonal: según los niveles de estrógenos y otras hormonas circulantes en sangre. 

  • Etiológico: según el órgano que se encuentre afectado. 

En este artículo solo vamos a abordar amenorrea primaria y secundaria.

Amenorrea primaria (AP): se define como AP a la ausencia de la menarca (primera menstruación) a los 15 años y/o ausencia de caracteres sexuales secundarios a los 14 años, se considera que su incidencia es menor al 0,1%.

¿Qué elementos son necesarios para que se produzca la menstruación? 

  • Un sistema hipotálamo-hipofisario íntegro.

  • Sistema endocrino con funcionamiento adecuado. 

  • Un aparato genital con desarrollo acorde. 

Cualquier alteración en alguno de estos tres elementos podría desarrollar una amenorrea.

A la hora de hacer una consulta por sospecha de amenorrea primaria seguramente nos solicitarán algunos estudios complementarios, como por ejemplo estudios bioquímicos, estudios por imágenes, estudios genéticos, así como también un examen físico exploratorio.

CAUSAS

Los tratamientos de la causa de una amenorrea primaria serán tan variados como las mismas causas, incluyen tratamientos farmacológicos y hasta quirúrgicos en caso de presencia de tumores. Algunas AP requieren reemplazo hormonal ya que, además del desarrollo puberal, podría afectarse otros desarrollo como el de la masa ósea.

Amenorrea secundaria (AS): ocurre en personas que han tenido previos ciclos menstruales típicos pero que, por algún motivo, dejan de tenerlos durante 6 meses o más. La causa más común de AS es el embarazo, la lactancia y la menopausia, que por supuesto no son enfermedades, pero si son causas. También el uso de métodos anticonceptivos, fármacos utilizados en quimioterapia, algunos fármacos de uso psiquiátrico, poliquistosis ovárica y alteraciones hipofisarias son otras de sus causas.

Otra causa muy común de AS es el estrés. En esta situación no existen alteraciones anatómicas ni orgánicas del eje hipotálamo-hipofisario gonadal, ante el estrés se secretan glucocorticoides y catecolaminas provenientes de las glándulas suprarrenales que secretan una serie de sustancia que suprime la función gonadal y de esta manera frena el ciclo menstrual.

Esto es valido tanto para estrés agudo como estrés cronico originado, por ejemplo, por situaciones traumáticas de maltrato, abuso sexual, etcétera.

La depresión también puede alterar el ciclo menstrual y generar AS.

Un alto consumo de alcohol puede inhibir la ovulación provocando bajos niveles de estrógeno y progesterona. La anorexia nerviosa puede generar alteraciones electrolíticas, bajos niveles de sodio y potasio, disminución de hormonas tiroides, anemia y complicaciones endocrinas que llevan a una AS.

¿CÓMO SE TRATA LA AMENORREA?

El abordaje de las personas con amenorrea primaria o amenorrea secundaria debe ser interdisciplinario con un enfoque biopsicosocial entendiendo y escuchando las necesidades e inquietudes de la persona consultante, teniendo en cuenta que este síntoma puede llegar a tener una relevancia vital para las personas que desean iniciar una planificación familiar y que podrían verse afectadas por los diagnósticos que se le realicen.

El ciclo menstrual y su consecuente menstruación están firmemente asociadas a una función reproductiva y femenina, es por esto que su ausencia puede afectar identitariamente a este grupo de personas. Es importante comprender que significa menstruar para las personas que consultan por su ausencia y no asumir que la amenorrea, la menstruación o la imposibilidad reproductiva definen a las personas o resultan catastróficas para su vida.

También es importante tratar con responsabilidad y con naturalidad que el ciclo menstrual es modulado por factores orgánicos, pero también por el contexto en el que vivimos y las vivencias que nos atraviesan.

Ante la sospecha de una AP o una AS siempre es importante consultar a tu profesional de la salud de confianza.

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