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Partiendo de la base de que la sexualidad ha sido tomada históricamente como un tema tabú, difícil de abordar en las instituciones educativas y familia, la primera relación sexual genera  dudas, mitos, prejuicios e incluso culpas y vergüenzas.

¿Qué sucede cuando las personas quieren tener una relación sexual con otras personas pero no encuentran espacios donde despejar dudas al respecto del acto sexual? ¿En qué momento resuelven dudas sobre profilaxis? ¿Están al tanto de las estrategias para prevenir el embarazo no intencional? ¿Y sobre infecciones de transmisión sexual? ¿Comprenden a la perfección de qué se trata el consentimiento?

PRESIONES EN LA PRIMERA RELACIÓN SEXUAL

La primera relación sexual también puede estar cargada de presiones sociales relacionadas con la edad, la performance de género, el compromiso y prejuicios y mitos vinculados a cambios en el cuerpo, y tiene una estrecha vinculación con la esfera religiosa/espiritual de cada persona.

Por supuesto que la primera relación sexual puede ser con cualquier persona que despierte un deseo sexual, es decir que no necesariamente estamos hablando de una primera relación heterosexual.

Entre las masculinidades, la primera relación sexual tiene una carga sociocultural de gran relevancia que empodera su rol muchas veces estimulado a muy temprana edad.

En el caso de las mujeres, la primera relación está cargada de miedos y vinculado al cuidado de cierta pureza que algunos llaman “virginidad”.

La virginidad no es un concepto médico ni anatómico, sino más bien meramente cultural y religioso. Este concepto se encuentra íntimamente ligado con una estructura anatómica presente desde el nacimiento, llamada himen.

LA PRIMERA EXPERIENCIA SEXUAL PARA LAS MUJERES

El himen es una membrana que se encuentra cubriendo parcial o totalmente el orificio vaginal, que no cumple ninguna función específica relevante, salvo cuando cubre totalmente el orificio vaginal donde sí tiene relevancia clínica, pero no es tema de este artículo. Esta membrana puede romperse durante cualquier tipo de relación vaginal, pero también durante la práctica de algunos deportes o por destreza física, e incluso la penetración vaginal de la que hablamos anteriormente no necesariamente es un pene ya que puede ser también un dedo o un objeto sexual. En general los productos de higiene menstrual suelen asociarse negativamente con respecto a esta estructura anatómica bajo la idea de que pueden lesionar el himen, cuando esto no es cierto.

La virginidad no es un concepto médico ni anatómico, sino más bien meramente cultural y religioso. Este concepto se encuentra íntimamente ligado con una estructura anatómica presente desde el nacimiento, llamada himen.

El himen es una membrana que se encuentra cubriendo parcial o totalmente el orificio vaginal,  no cumple ninguna función específica relevante, salvo cuando cubre totalmente el orificio vaginal donde sí tiene relevancia clínica.  Esta membrana puede romperse durante cualquier tipo de relación vaginal, pero también durante la práctica de algunos deportes o por destreza física. En general los productos de higiene menstrual suelen asociarse negativamente con respecto a esta estructura anatómica bajo la idea de que pueden lesionar el himen, cuando esto no es cierto.

Una primera relación sexual no necesariamente incluye genitales, las personas pueden iniciar su actividad sexual durante la realización de otro tipo de practicas como podría ser el sexo oral o anal.

MITOS DE LA PRIMERA RELACIÓN SEXUAL

En la mayoría de las oportunidades suelen asociarse con dolor o sangrado; estas experiencias podrían estar relacionadas con la nula experiencia previa en la práctica, el desconocimiento anatómico, falta de herramientas como podría ser un lubricante, imitación de performance vistas o leídas en sitios y también la tensión que se genera en el cuerpo ante nueva práctica que implica exponer la intimidad y la aspiración de un alto rendimiento sexual que muchas veces tiene como único objetivo llegar al orgasmo. Esta es una perspectiva coitocentrista que tampoco es el objetivo de este artículo pero que me parece importante dar lugar.

Entre algunos de los mitos vinculados con la primera relación sexual encontramos aquel que afirma que las mujeres no pueden quedar embarazadas, esta creencia lleva a cometer el error de no utilizar métodos de protección sexual como el preservativo. Es un mito muy común y es de gran importancia aclarar que por más que sea la primera vez puede suceder un embarazo como consecuencia.

EL MOMENTO INDICADO PARA LA PRIMERA RELACIÓN

Acceder a una primera relación sexual en un noviazgo no debería ser una prueba de amor, siempre debe estar acompañado de consentimiento y voluntad de todas las partes involucradas.

No hay un momento indicado y adecuado para la primera relación sexual, no hay un máximo de edad para esta práctica. La importancia del acompañamiento de la educación sexual integral aportará toda la información que las personas deban recibir para vivir una primera relación sexual con consenso, deseo y placer.

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