Volver a

¡Hola pipis! Dado que ya falta muy poco para el verano me gustaría que hablemos y reflexionemos un poco sobre la relación que tenemos con el aspecto de nuestro cuerpo, y cómo dicha relación afecta nuestra autoestima.

Alguna vez dejaste de hacer algo que querías por no mostrar tu cuerpo, no encontrar ropa adecuada o sentir vergüenza de que los demás te miren?

Decirlo parece absurdo, pero ¡ la realidad es que nos pasa a muchas!

A la vez, es tan fácil decir que “debemos amarnos como somos”, pero tan difícil de aplicarlo. ¿No?

Estamos repletas de discursos en las redes sociales que simplifican y reproducen el hecho de mirarte al espejo y gustarte casi como si fuera una obligación.

Pero en la vida real, sobre todo cuando llega el calor… que es lo que verdaderamente nos pasa?

Nos da vergüenza usar un short? Una musculosa? Ponernos una bikini ? Ir a la pile? Caminar desde la sombrilla hasta la orilla del mar?

Cánones de belleza

Hay un término que me gustaría mencionar y es el de violencia estética.

El mismo fue usado en 2012 por la socióloga Esther Pineda y se refiere “al conjunto de narrativas, representaciones, prácticas e instituciones que ejercen una presión perjudicial y discriminación” hacia las personas, especialmente mujeres, “para responder al canon de belleza imperante”.

Este patrón estético “exige feminidad, blanquitud, juventud y delgadez” y quienes no responden a él “están expuestas a la crítica, la descalificación, la ridiculización, la burla, la humillación o la exclusión".

Antes de continuar quiero que aclaremos que si esto nos pasa NO es nuestra culpa, ni tampoco tiene relación directa con la apariencia de tu cuerpo.

Lamentablemente vivimos en un mundo donde se nos exigen, sobre todo a las mujeres, ideales de belleza que no solo son inalcanzables, sino que también responden a intereses privados que bajo esa “búsqueda” de belleza, se llenan de dinero con nuestras inseguridades, que ellos mismos se encargan de instalar socialmente mediante la publicidad.

Como así también me gustaría sumar, desde mi humilde experiencia, que no hay “ciertos cuerpos” que tienen más problemas que “otros cuerpos”, tratemos de no caer en ese discurso que tanto nos daña y nos separa.

Podemos ver a una mujer que según nuestra mirada encaja en esos cánones de belleza, pero lo más probable es que ella también esté sufriendo este mandato.

En lo personal, las veces que sentí inseguridad con mi cuerpo, existieron otras personas que me dijeron que no podía pasarme eso, que “no tenía derecho”. Lo más triste de sufrir, es no poder compartir ese dolor o miedo que tenemos dentro.

Las inseguridades con nuestro cuerpo no tienen relación directa con la apariencia, responden a cuestiones más profundas tanto psicológicas como sociológicas.

A todas nos inculcaron que los cuerpos hegemónicos traen felicidad, diciéndolo así suena a una pavada no? Pero si desmenuzamos el discurso social y la aceptación, llegamos a eso.

Como si quien tuviera un cuerpo hegemónico sería más feliz, o tendría menos problemas, o no conocería la tristeza.

Me resulta interesante que podamos entender que todas crecimos con la presión de tener cierta apariencia física, relacionada a los cánones de belleza de la época, lo que hace que más allá de como sea tu cuerpo, siempre vas a tener el mandato de la hegemonía acechando, no importa que tan cerca o lejos de ese mandato te veas desde afuera, siempre por dentro estás intentando encajar en esos cánones, y cuando encajas, sostenerlo.

Es decir, es una trampa para todas, y sobre todo es muy frustrante. Por eso creo que lo mejor sería entender que no hay ganadoras y perdedoras en relación a la exigencia de nuestra apariencia física, TODAS PERDEMOS.

La perfección no existe

Nadie la pasa bien ni disfruta una tarde al sol con tantas exigencias inalcanzables.

Aunque suene repetitivo, quiero resaltar una vez más que las exigencias y los cánones de belleza de la actualidad son inalcanzables, es decir, no existen. Nadie en la vida real tiene el cuerpo, la piel, o el pelo que vemos en las publicidades o incluso en las redes sociales, enserio chicas, nadie es así un domingo a la tarde en la pile o la playa. Confíen en lo que les digo, ¡¡ no existe eso !! Ya sea porque la foto está retocada, tiene un filtro, la luz favorece, o hubo una ardua selección del material.

Además, vivir bajo la exigencia de la perfección, lejos de traernos felicidad como nos quieren hacer creer, nos trae tristeza y aburrimiento.

Por eso les deseo, teniendo muy presente que todas luchamos contra los parámetros de hegemonía actual, que intentemos no dejar de vivir ni hacer planes divertidos. Porque al final, lo único que queda es la anécdota!

Para tener momentos felices en tu vida, importa mucho más encontrarse con seres queridos, disfrutar, reír, hacer planes… que el aspecto de tu cuerpo.

Les deseo una gran temporada primavera/verano 2023. ¡Anímense a vivir amigas!

De todos modos, como siempre les digo, si la relación con tu cuerpo está afectando tu vida y tu alimentación, es importante que pidas ayuda profesional, cuanto antes, dado que esta situación puede derivar en diferentes trastornos muy difíciles de llevar adelante sin tratamiento psicológico.

Las abrazo con el alma

Fiamma.

Déjanos tus comentarios